10 de diciembre de 2013

La Matilde

Genial restaurante escondido en pleno centro de Zaragoza.
Rango Precio/pers.: 25-50€

Atención: 10
Servicio: 9
Comida: 9
Cantidad: 10
Precio: 9
NOTA: 9,4 

     El Restaurante La Matilde, antaño referencia gastronómica de la capital maña y casi prohibitivo por su elevado precio, ha sabido amoldarse a los tiempos que corren, al menos en lo económico, ofriéndonos una cocina muy cuidada, de calidad, a un precio competitivo y con un servicio de 5 estrellas.
     El restaurante se haya "escondido" muy cerquita de la Plaza del Pilar, y digo escondido porque si no lo vas buscando probablemente no lo veas: el cartel no es muy llamativo y la puerta de entrada es convexa y toda en espejos con un telefonillo para que te abran. Antes de descubrirlo y darme cuenta de que era un restaurante, la entrada me parecía digna de una "casa de citas".
     La decoración del local es muy clásica, en el comedor quizá demasiado, con algunos detalles de colecciones de papel de fumar o de vitolas de puros. El acogedor recibidor nos conduce hacia el interior del local donde encontramos los baños (en el pasillito) una pequeña barra de bar a la izquierda y una escalera a la derecha que conduce a la planta superior donde se haya el "reservado": sala para alquilar y utilizada de cambiador de bebés. Junto a esta escalera continúa el pasillo que, tras pasar junto a la puerta de la cocina, por fin se abre al salón principal: amplio y, como decía, de decoración muy clasica y poco llamativa, eso sí, el toque de distinción lo dan las servilletas: todas plegadas de distinta manera, fijate bien: no se repite ninguna en toda la sala, curioso. Dentro de este salón existen unas puertas correderas que permiten dividir la sala consiguiendo otro "reservado" en la zona derecha (según se entra a la sala).
     En cuanto a la comida: puedes comer a la carta, el menú Selección de la Semana (25,50€: 5 pases con café, petit-fours e IVA incluidos), dejarte aconsejar por cualquiera de los hermanos Puyuelo (Luis y Pepe, dueños del restaurante. Un tercer hermano: Iván, dirige la cocina) o acudir con un menú concertado previamente, los cuales van desde los 25,50€ p./p. hasta los 57,50€, siempre con cafés, petit-fours e IVA incluidos (aperitivos y licores aparte). Estos menús deben concretarse con antelación. La carta de vinos es extensísima, de hecho esta es (o fue) parte de la gran fama de La Matilde, su enorme bodega (creo que se puede visitar). Utilizando estos maravillosos caldos ofrecen un menú Selección del Sumiller Pepe Puyuelo por 80€ que consta de 8 pases y maridaje sorpresa. Puedes ver los menús y la carta aqui.
     Antiguamente el chef Daniel Yranzo, actualmente conocido por ser el conductor del programa La Repera, de Antena Aragón, era quien dirigía los fogones del restaurante, y de él han heredado parte de los platos que presentan en su carta y menús, no obstante su actual jefe de cocina: Ivan Puyuelo, ha dado una vuelta más de tuerca a su cocina modernizándola y aportándole un toque más exclusivo. La materia prima es de calidad, la cocina es excelente, y la presentación hace importante cada plato. Esto, unido al excelente trabajo en sala de Luis y Pepe, lo convierten, a mi parecer, en uno de los mejores Restaurantes de Zaragoza. Cierto es que, como decía antes, deberían renovar la fachada para hacerla más atractiva, así como el salón modernizarlo considerablemente, por no hablar de su web!: más digna de una tasca de carretera.
     Hemos estado varias veces en este Restaurante: la primera vez, hace años, cenamos una degustación de platos aconsejada por el maitre, posteriormente acudimos en una celebración familiar, y un par de veces más menús concertados, y en todas ellas la experiencia culinaria fué estupenda.

     Nuestra última visita (octubre 2013): Este es el menú que eligimos (si vas con menú concertado te lo dejan en la mesa para que vayas siguiendo la comanda, me parece muy buen detalle):
     De aperitivo una cremita de anchoa casera muy rica con tostaditas para untar.
     De entrante un chupito de gazpacho de remolacha: muy bueno, pero sin misterio: un gazpacho (con la charla y las cañitas se nos pasó hacer fotos de esto)
     La sopa de ajo cremosa con huevo Mollet y longaniza de graus: genial, más bien era una crema muy suave con el huevo escalfado en su punto justo.

     El lomo de salmón al cava con cebolla caramelizada y crujiente de jamón de Teruel: punto del salmón perfecto y muy sabroso.

     Pechuga de pollo de corral rellena de queso ahumado con arroz de shii-takes: este plato ya empezaba a costar comérselo, por lo llenos que estábamos, pero también muy bueno, quizá el pollo un pelín pasado, pero el queso ahumado tenia un toque buenísimo. El rissoto que lo acompañaba muy sabroso.
     Apfel strudel diferente con chocolate a la canela: postre MUY bueno apfel strudel casero muy logrado genialmente acompañado de mi querido chocolate! (no hicimos foto, lo devoramos).
     Para finalizar unos cafés e infusiones (pedid la que querais o dejaros aconsejar por Pepe: es experto en tés) con sus petit-fours.
     Todo ello por 25,50€ por cabeza! dudo bastante que podais encontrar un menú tan abundante, cuidado y rico, y con un trato tan correcto por este precio.
     También podeis sorprender a alguien invitándole a comer! habla con ellos y regala una gran cena! (en el documento de los menús, aqui, teneis un recortable para entragarlo).
Estos son platos de otras ocasiones:


C/ Predicadores nº 7 Tlfn.: 976 433443 - 976 441008
restaurantelamatilde@yahoo.es / luispuyuelo@gmail.com

4 de diciembre de 2013

Méli Mélo

Sin duda las mejores tapas del centro de Zaragoza
Rango Precio/pers.: 10-25€

Atención: 8
Servicio: 8
Comida: 8
Cantidad:8
Precio: 7,5
NOTA: 7,9

     La zona de tapas por excelencia en Zaragoza (al menos por fama) es el Tubo, pero la C/ Mayor (y cercanas) nos ofrece una buena alternativa a esta cuando el agobio es mayor. Tenemos bares de tapas, buffets, restaurantes, braserías,... pero sin dudarlo un momento, si tuviera que recomendar uno solo, sin duda sería el Méli Mélo: local pequeño dividio en dos partes, bar y restaurante.
     La decoración de este genial negocio es moderna y desenfadada, nada que ver con lo típicos bares de tapas, donde predominan el blanco y el fucsia. Lo primero que podremos observar son dos pequeñas mesas redondas altas a ambos lados de la puerta de cristal que da entrada el Méli Mélo, ya que ni el frío acobarda a los fumadores, va por ellos!. Al entrar nos encontramos a la derecha la barra, que se dirige hasta el final de la zona de bar, donde empieza la cocina. Ambos espacios están delimitados por el pasillo en el que se encuentran los baños (en sus carteles las chicas son princesas y los chicos príncipes). Frente a la barra (y un trocito en el costado, junto a la puerta de entrada) sería la zona de bar, bastante limitada de espacio, pero merece la pena esperar un poco a que alguien se vaya y hacerse sitio en la misma barra o en la barrita volante que recorre la pared de extremo a extremo. Al fondo del pasillo el comedor: muy pequeñito, por lo que se hace imprescindible la reserva.
     Tienes hambre? pues acercarte a la barra te dará aun más! la encontramos repleta de tapas, a cual con mejor aspecto que la otra, y no importa si el bar está llenísimo, siempre que preguntes a los camareros qué es cada tapa te lo dirán amablemente (las tapas no tienen cartelito), y si no frente a la barra, en la pared, tenemos las 2 pizarras que nos informan de todas las tapas y raciones que podemos degustar. El servicio es muy dinámico y eficiente, sin perder la amabilidad por ello. Y no pidas cubiertos! tienes los tenedores y los cuchillos en unos vasos repartidos por las barras, una buena forma de agilizar el servicio.
     Lo malo? el microondas, mi odiado microondas: salvo algunas tapas que son de cocina, la mayoría se calientan en este invento del diablo que nos calentará la tapa por "zonas" y convertirá el pan en chicle... no podía ser perfecto.
     Gran variedad de vinos, sobre todo para lo reducido del local.
     En la zona del restaurante disponemos de pequeña carta muy apetecible, asi como de menús suculentos y bastante bien de precio. El menú siempre nos va a ofrecer platos aptos para vegetarianos: ensaladas, verduras, tufu, etc... con un toque especial. Y si esmerados son en el servicio, no lo son menos en la cocina, que es verdaderamente pequeña y sin embargo es capaz de hacer frente al comedor y al bar.
     Nuestra última visita (dic. 2013):
- Ración de Patatas bravas:
     Patatas fritas con una espuma de salsa brava (la sirven con sifón). Las típicas bravas con un toque espumoso de la salsa que la suaviza. Pedimos 1.
- Tapa de Foie Mi-Cuit con helado de sandía:
 Tambien disponible en versión Ración. Un plato sabroso, rico y diferente. Un día no les quedaba helado de sandía y nos lo pusieron con helado de piña colada: riquísimo también. A mejorar: las tostaditas! siempre tenemos que pedir más. Como veis en la foto sólo ponen 2, que para el trozo de foie que ponen se queda corto, y en la ración igual (creo que ponen 4), y aunque no te ponen problema aponerte más si lo hicieran desde el principio una cosa menos que tiene que hacer el camarero... Pedimos 1.
- Calamar relleno de suquet de pescado y langostino:
     Soy alérgico al marisco asi que yo esta no la probé, pero a los que lo hicieron les pareció muy buena. Pedimos 1.
- Longaniza de setas con ali-oli de moscatel:
     Muy buena tapa, lástima de la chiclosidad del pan (ya sabeis por qué no?). Sabrosísima longaniza perfectamente maridada con el dulzor del moscatel. Pedimos 2.
- Carrillera a la soja y miel:
     Buena sin más. Seguramente el tenerla en la barra y recalentarla hace que la carrillera se seque un poco, aunque de sabor está bien. Y a vueltas con lo mismo: en este caso el micro no solo le quita empaque al pan, si no también al puerro frito que corona la tapa.Pedimos 1.
- Bacalo almendrado con salsa romescu:
     Esta tapa se frie en el momento, y vaya si se nota!: el almendrado bien crujientito y el bacalao justo en su punto. Riquísima. Pedimos 2.
- Pinchos de ternera y queso:
     Sabroso pincho de ternera con queso (parecido al de cabra) y rebozado en corn-flakes con tomate natural triturado. También pincho de cocina. Muy bueno. Pedimos 2.
- Pan dulce con tomate champiñones y blanco de guijuelo:
     Para mi la mejor tapa de todas. está buenísima. Pan tipo focaccia ligeramente dulce, con tomate, champiñones y tocinito de jamón, todo ello gratinado en el momento. Primero crujiente, luego el dulce del pan, suave sabor a champiñon, y finalmente el jamón de guijuelo suavizado por la frescura del tomate, una sinfonía perfecta en boca. De esta incluso repetimos, pedimos 4.
     Todo ello, con 4 cervezas y 2 refrescos, más invitación a licor por cuenta de la casa, por algo menos de 15€/pers. (4 pers.). Bien cenados.

      L-S 13h.-17h. y 20h.-00h.       D 13h.-17h.
C/ Mayor nº 45    Tlfn.: 976 29 46 95

3 de diciembre de 2013

Mi Habitación favorita

Un rincón con aire especial y, posiblemente, las mejores tartas caseras de Zaragoza.
Rango Precio/pers.: 5-10€

Atención: 9
Servicio: 9
Comida: 9
Cantidad: 7
Precio: 7
NOTA: 8,2

     Este precioso negocio no es más que la cafetería del Hotel Sauce, recien reformada e inaugurada. En ella podemos disfrutar de un buen café 100% arábica, de tés de calidad, y chocolate sin aditivos, ecológico, y de comercio justo, y lo mejor: acompañarlo de un buen trozo de tarta o bizcocho casero. No siempre hay las mismas tartas, las van cambiando por lo que tu visita nunca será igual a la anterior.
    MHF podemos desayunar, almorzar, merendar o "trasnochar", ya que su carta nos ofrece tanto los tipos de tés y cafés especiales, como su especial limonada rosa (muy rica y refrescante), ginebras, rones, whiskys, y algun que otro plato salado. Ademas consulta su espejo mágico (sobre la barra y frente a la puerta) el cual te anunciará las recomendaciones, aunque lo que realmente hará que se te vayan los ojos serán las tartas sobre el mostrador, perfectamente colocadas sobre sus tarteras y con un cartel que nos informa de qué maravillosa creación nos hemos enamorado.
     El lugar es pequeñito, con apenas 6 mesas y un pequeño mostrador al fondo a la izquierda (lo verás bien, es donde están las tartas), la decoración muy femenina, sencilla y divertida, un lugar que inspira tranquilidad.
      En la planta inferior (debemos salir por la puerta lateral, hacia el hotel) podemos encontrar los baños, ubicados en una sala en la que podemos celebrar nuestro cumpleaños o fiesta privada, previa reserva. MHF nos ofrece variantes para estas celebraciones que podeis encontrar en su carta, o cunsúltales!: merienda española, gin y tarta, selección de tes y tarta, etc.
     Tambien puedes encargar tus tartas para llevar! sólo elige el tamaño y el sabor.
     En resumen: un lugar genial en el que finalizar una comida/cena tranquila. Perfecto para charlar y relajarte.
Un "pero": a nuestro parecer cierra demasiado pronto! a las 12 de la noche ya está cerrado. Entre semana es entendible que cierren pronto, pero el fin de semana? si cenas fuera, sobre todo si vas de tapeo, se te hacen las 12 enseguida, por lo que ya no puedes acabar la noche alli (siempre nos quedamos con la ganas). Además con la oferta que tienen de combinados (gin, ron, vodka,...) nos resulta aun menos entendible el horario ¿? cuándo te vas a echar un cubata si no es a partir de las 12 de la noche???
Nuestra última visita:
     Tomamos 2 infusiones con leche de soja, 2 capuccinos (1 grande y uno normal, y uno con cacao y otro con canela), y 2 trozos de tarta.
     Una Red Velvet (bizcocho rojo de cacao y crema de queso) que está realmente deliciosa, sólo ella te hará volver, y una de nombre impronunciable pero que es un bizcocho de coco, plátano y piña con crema de queso, que básicamente sabía a plátano, el coco se intuía pero la piña nada de nada. La cuenta final:

C/ Espoz y Mina nº 33 Tlfn.: 652 79 31 05

Bar Estudios

Queso, queso, queso,... embutidos y patés.
Rango Precio/pers.: 5€-15€

Atención: 8
Servicio: 8
Comida: 8
Cantidad: 7
Precio: 7
NOTA: 7,6

     Mítico bar de Zaragoza de los que yo llamo "guerreros": bar sencillo, sin pretensiones, con buen producto y mejor ambiente a precio asequible.
      Tras el lavado de cara del Bar Estudios, ya no ofrece esa estética tan antigua y poco atractiva, pero como reza el cartel que nos da la bienvenida: conserva la misma esencia.

La larga barra se ubica a la izquierda, hasta el fondo del local donde, a mano derecha, se abre el comedor con mesas y sillas de madera (en fines de semana por la noche siempre llena).
     Los camareros son "los de siempre" lo que le da al negocio ese ambiente familiar que tanto apetece cuando lo único que quieres es pasar un rato agradable. Atentos y eficientes.
     En cuanto a la comida, que ofrece el Bar Estudios? una imagen vale más que mil palabras:

     Montones de queso! nacionales y de importación (Majorero, Urky, Valladolid, Zamorano, Manchego, Artesano Asturiano, Lingote de Oro, Gouda, Roquefort,...). Un buen trozo de queso (de un dedo de grueso) con rebanada de pan por 2,40€ (todos los quesos cuestan lo mismo). En cada visita prueba uno (o dos) y tendrás queso distinto para muchas visitas!. Tambien ofrece embutidos de calidad y tostas de patés variados. Gran variedad de vinos, como no podía ser menos para acompañar los mejores quesos. Mirad su pizarra:
     En nuestra última vista (Diciembre 2013):
 Pedimos una "Tabla de 3", que consta de: 4 tipos de queso, 4 tostas de paté y embutido. Nos preguntaron cómo nos gustaba el queso, les dijimos que fuertecito y nos pusieron: queso artesano asturiano (queso azul, fuerte y cremosísimo), Majorero D.O. canario (de pasta dura e intenso sabor), Zamorano D.O. (queso curado también de pasta dura pero más tierno que el majorero), y de Romero (queso de pasta dura, el más suave de todos con un agradable toque de romero), tosta de paté de pato (fuerte sabor a hígado, cremoso y bueno), tosta de paté artesano (el típico paté con tropezones, muy rico), tosta de paté de salmón (suavísima crema con fino sabor a salmón), tosta de paté de cecina (esta nos encanta! todo el sabor de la cecina pero untado en pan), embutido: jamón, lomo, longaniza, butifarra blanca, chorizo y chorizo negro.
     Tras un rato charlando con los camareros nos enseñaron un paté que sólo tienen en Navidades: paté de pato con setas, manzana y un toque de cava, y nos invitaron para que lo probáramos:
Sencillamente delicioso.
     Teniamos pensado tomar algo aqui y luego seguir tapeando por otros bares, pero la verdad es que el queso llena bastante y nos sirvió de comida, asi que pedimos la cuenta, no sin que antes nos invitaran también a unos vinos dulces como colofón. Perfectos para el frío, de ese vino que casi se mastica.
Aqui teneis la cuenta final: 10€/pers.
     En definitiva: un imprescindible en el tapeo zaragozano. Ambiente distendido, buen trato y buenísimos quesos.

C/ Estudios nº 15-17 Tlfn.: 976 29 93 09