14 de febrero de 2014

Café Botánico

Acogedora floristería en la que tomar un café y trozo de bizcocho.

Rango Precio/pers.: 2-10€

Atención:6,5
Servicio: 6
Comida: 7
Cantidad: 7
Precio: 7
NOTA: 6,7

     Hoy toca visita a un local de "entrehoras": el Café Botánico, este acogedor y original negocio se ubica en pleno centro de Zaragoza, haciendo esquina entre el Pasaje Ciclón y la C/ Santiago (tiene entrada por ambas partes). Se trata de una floristería (sí: venden plantas) en la que podemos sentarnos como si estuvieramos en la casita de campo de la abuela y tomarnos un café/infusión y un pedazo de bizcocho (ellos lo llaman tartas, pero para mi las tartas son otra cosa; salvo la de manzana, que sí es una tarta, el resto de lo que suelen tener es bizcocho, cubierto o no, pero bizcocho).
     Se trata de un local de dos plantas: en la superior, donde se encuentra el café-floristería, nos encontramos con salón de decoración rústica y vintage (algunas mesas y sillas parecen proceder directamente del contenedor) de unas 30 personas de capacidad repleto de plantas colocadas en cada rincón e incluso colgando de las paredes y techo, con su correspondiente precio claro! pues recordad que las podemos comprar, de ahi que la decoración vegetal varíe con los días; en la planta de abajo se encuentran los baños y un salón donde realizan exposiciones.
     El servicio es joven y de buen trato, pero poco eficientes a la hora del servicio: tardan, se olvidan de cosas, ... hay veces que da la sensación de que si me voy sin pagar nadie se entera, incluso me darían las buenas tardes.
     En cuanto al género: cafés, infusiones, bizcochos y copas, punto. Aunque disponen de variedad de infusiones no hay carta en las mesas ni te la trae el camarero a no ser que se la pidas expresamente (mala manera de vender). Las tartas (bizcochos), como varían cada día te los dice el camarero de carrerilla, aunque te aconsejo que antes de sentarte a la mesa te acerques al mostrador y les eches un ojo, a ver cual te dice "comeme"; son todos caserísimos, originales y muy ricos.
Bizcocho de jengibre y canela (izqda.) y de naranja y chocolate (dcha.)
     Una cosa que no entendemos: se llama Café Botánico, pero a partir de las 12 de la noche debe perder parte del nombre porque no sirven ni café ni infusiones, es decir: que solo te puedes tomar una copa ¿? debe tratarse de una conspiración gubernamental para que bebamos más alcochol, nos emborrachemos y seamos más sumisos, no lo sé! jajaja qué cuesta hacer un café o una infusión? si básicamente es agua (en un bar son, de largo, los productos a los que más beneficio se les saca: agua por 1€-2€...?), y se tarda 5 segundos y sin apenas esfuerzo físico, y limpiarla tampoco es que sea una odisea... eso sí: bizcochos si que hay, así que toca copazo con bizcochito de la "agüela". Los gin-tonics en copa, como debe ser, muy monos decorados con pétalo de rosa recién arrancada, le da muy buen aroma y sabor, aunque yo, que soy un clásico, la quito en cuanto me lo traen.

     En definitiva: Un lugar agradable para un rato charrada.

C/ Santiago nº 5 (Pasaje Ciclón) Tlfn.: 976 29 60 48

6 de febrero de 2014

El Batán

La primera, y merecida, Estrella Michelin de la provincia de Teruel.
Rango precio/pers.: 40-70€

Atención: 9,5
Servicio: 9,5
Comida: 10
Cantidad: 9
Precio: 8
NOTA: 9,2

     De nuevo por Teruel, visitamos un restaurante escondido en los aledaños de Tramacastilla, en la Sierra de Albarracín, y aunque en las 3 ocasiones que hemos estado en él aun no había recibido la prestigiosa estrella Michelín nos alegra saber que nuestros gustos no van desencaminados, quede pendiente la visita con estrella.
     El Restaurante El Batán se encuentra ubicado en una casona rodeada de naturaleza en la carretera que una Albarracín y Tramacastilla, a 1km de ésta. La casa es una hospedería con 7 habitaciones y una casita anexa a modo de apartamento. Si además de comer bien te gusta el turismo rural es un gran lugar: puedes visitar la preciosísima Sierra de Albarracín y comer en, probablemente,  el mejor restaurante de Teruel.
     La entrada se hace por un pequeñito pasillo con una recepción en frente, que hace las funciones tanto para el restaurante como para el alojamiento, y junto a ésta un sillón y una mesita con revistas para esperar, aunque seguramente no tengais que esperar más de 1 minuto. En una puerta tras la recepción se adivina la cocina, y a la izquierda se abre el salón comedor, no muy grande, para unos 30 comensales. En el pasillo de entrada hay una puerta que da a otro pequeño salón en el que se ven mesas y sillas, supongo que será una especie de "reservado" o para ampliar mesas cuando están llenos, pero nosotros nunca lo hemos visto en uso. A la derecha de la recepción el pasillo continúa hasta una sala común del hotel y la subida a las habitaciones. En este pasillo se encuentran los baños, muy cuidados y limpios, con toallas de algodón para secarte las manos, ni papel ni ruidosos secadores.
     El salón presenta una decoración limpia y clásica, con toques rústicos como las lamparitas que presiden cada mesa, como si estuvieras en el salón de una casa de campo (bueno, realmente es lo que es), que le da un ambiente muy acogedor, por lo que disfrutarás de una buena y tranquila comida.
     El servicio y la atención son de primera: muy amables, educados, sin descuidar la productividad y eficiencia. Como detalle: en nuestra primera visita pedí una cerveza, me la sirvieron en una copa y tras darle dos tragos, el maitre (el dueño) pasó por nuestra mesa y vió que la cerveza no tenía espuma, y sin queja ni comentario por mi parte me dijo: "si me permite le voy a cambiar la cerveza, que no tiene espuma", se la llevó y me sirvió otra perfecta, me dieron ganas de darle un beso en la frente.
Mª José Meda y Sebastián Roselló, propietarios. Él se encarga de la sala y ella de la cocina.
     Podeis comer a la carta o con alguno de los menús que ofrecen que, ojo!, no tienen por qué ser a mesa completa!: podeis coger uno un menú, tu acompañante otro menú distinto, otro a la carta,... lo único que como unos tienen más platos que otros los pases no irán parejos, te lo advierten.
En nuestra última visita (2013) tomamos uno el Menú Gourmand, y el otro el Menú Gourmet:
Lo primero es lo primero: un vermout casero para ir habriendo boca.

Menú Gourmand: 
Aperitivo: Crema de queso de Albarracín, puntilla de anchoa, reineta, y lágrimas de tuber melanospurum. Un pequeño bocado lleno de sabor. Suave, pero intensa, crema de queso con el punch que le da la anchoa suavizado por la manzana. Delicioso. Venia adornado por un aceite de azafrán.
Entrante: Foie micuit sobre lecho de alcachofa salteada, jamón ibérico de bellota y confituras artesanas. Me encantan las buenas alcachofas, y estas eran deliciosas, en su punto de cocción y con el gran sabor que le da el salteado. Buen micuit, cubierto de oro y sal Maldon. Genial el jamón. Correctas confituras: de frutos rojos y de naranja
Primer plato: Arroz bomba con perdiz de campo y boletusa edulis. Como en el resto de los platos, buen producto de temporada: un genial rissotto con buen punto del arroz y sabor de otoño.
Carne:  El plato original era una paletilla de ternasco, pero lo cambiamos por Crujiente de cochinillo del Jiloca, puré trufado y confitura de cebolla roja. No tengo foto. Genial cochinillo, crujientito por fuera y jugoso por dentro.
Postre: Biscuit relleno de Jijona y chocolate caliente. Postre sin mucha elaboración pero no por ello menos bueno, además consistente. Muy suave la crema de turrón del interior.
PRECIO: 42€ (IVA incluido

Menú Romántico-Gourmet:
Aperitivo: Crema de queso de Albarracín, puntilla de anchoa, reineta, y lágrimas de tuber melanospurum. Lo mismo que en el otro menú.

Entrante: Tambor de guacamole, ajo blanco y carpaccio de pulpo. Un timbal de guacamole y tomate en dados, bien aliñado y acompañado de una salsa de ajo blanco, demasiado líquido para mi gusto pero muy bueno, y una rodaja de patata cocida con finísimas láminas de pulpo coronándola. Plato sencillo pero muy bien elaborado y con buena integración de los sabores.
Primer plato: Corazones de alcachofa salteados con jabugo y atravesadas por oro micuit. Este plato era lo mismo que las alcachofas del otro menú pero con un empaltado diferente.
Segundo plato: Flor de hojas con zamburiña braseada sobre gratén de verduras y queso de albarracín. No tengo foto. Se trataba de una ensalada templada (por el gratén de verduras) coronada por una zamburiña, tierna y de intenso sabor a mar. Muy bueno.
Pescado: Cocochas de bacalao envueltas con huevo, patata y setas. Buen plato mar y tierra con sabores que combinaban a la perfección. Tanto las cocochas como el huevo escalfado perfectos en su cocción; simplemente una mala cocción puede hacer de un plato maravilloso un plato malo.
Carne: Magret jugoso de pato sobre compota de reineta Tramacastilla y frutos rojos. Plato demasiado "visto" aunque no por ello menos bueno. Magret jugoso como prometían, con su piel crujiente como debe ser, y buena la manzana salteada, decorado con crujiente cebolla frita.
Postre: Sorbete de frambuesa, láminas de fresón y crema helada de frutas de la pasión. Yo no soy mucho de sorbetes, pero estaba bastante bueno, sobre todo el helado de fruta de la pasión, bastante más dulce que el sorbete, que era algo ácido.
Café en texturas: No tengo foto. Gelatina de café, helado de café, espuma de café, y bavarois de café (creo recordar), todo en pequeñas porciones y distribuido sobre un plato rectangular completamente plano. Si te gusta el café MUY bueno y una forma original de tomarse el cafelito.
PECIO: 45€ (IVA incluido)

Detalle del menú de 2012:
     Buena relación calidad-precio, en un paraje tranquilo que invita al recogimiento y te permite centrate en disfrutar de la buena cocina.

Ctra. Comarcal 1512, Km 43 44112 Tramacastilla -TERUEL- Tlfn.: 978 70 60 70
e-mail: contacto@elbatan.es
Horario de reservas: de 10h. a 14h. y de 18h. a 21h.