31 de enero de 2014

La Fondica

Muy buena relación calidad/precio a los pies de Javalambre, con una buena cocina tradicional con toques modernos.

Rango Precio/pers.: 15-35€

Atención: 7
Servicio: 8
Comida: 8,5
Cantidad: 7,5
Precio: 8,5
NOTA: 7,9
     Hoy nos desplazamos hasta la provincia de Teruel para descubrir un gran restaurante: La Fondica. Se trata del restaurante del hotel La Fonda la Estación, situado a 16 Km de la estación de esquí de Javalambre, por lo que si eres asiduo a este deporte y te decides por una escapadita a Teruel, no dejes escapar la oportunidad de degustarsu cocina.
    Tambien es un buen lugar donde realizar tu parada de descanso si estás de viaje por la autovía mudejar, ya que se encuentra junto a esta: en la salida 92 La Puebla de Valverde (debes ir por la carretera comarcal que sale junto a la gasolinera y a 500m la verás).
Como decía el restaurante se encuentra dentro del hotel La Fonda de la Estación, en un edificio recuperado del siglo XIX junto a la estación de tren (de ahí su nombre). Tanto el entorno como el hotel son tan bonitos como tranquilos, por lo que la comida/cena será bastante agradable. La entrada se realiza por la cafetería, en la que también podeis tomar unas raciones o bocadillos. El comedor, con capacidad para unos 30 comensales, es de decoración simple y cuidada, bien luminoso gracias a los ventanales que se abren en uno de los extremos y que nos permite disfrutar de una comida con vistas a la Sierra de Javalambre y las paredes de piedra vista. En este extremo el techo es mucho más alto y podemos ver sobre nuestras cabezas una de las zonas comunes del hotel, parece muy acogedora. También podréis consultar la hora en un gigantesco reloj que existe en la pared, sobre el lema del restaurante.
El otro extremo del comedor presenta las paredes blancas, con unas vigas de maderas que cruzan el techo dandole ese ascpecto rústico que tanto gusta hoy en día.
Sillas cómodas, mesas amplias y buena separación entre ellas.
El personal es joven, atento, y cercano, no hay queja sobre él.
Ya en la mesa disponemos tanto de carta como de un menú diario por 15€. En las dos ocasiones en que hemos estado hemos optado por el menú, debido a su gran relación calidad/precio.

Esto es lo que hemos probado:

Visita 2013 (3 personas):
Aperitivo: quiché de puerro con crujiente de jamón sobre olivada. Sí, sí, te ponen aperitivo con el menú, un gran detalle. Es una práctica común cuando la cocina elabora los platos al momento, para que no se nos haga larga la espera. Buen bocado para abrir boca, suave pero sabroso .
 Al centro para compartir: Fideos melosos con boletus edulis y virutas de foie mi-cuit. Muy buena fideuá, sabrosa y generosa. Plato ideal para compartir, para uno solo se haría muy cansino.
Primeros: Ensalada de jamón de pato: Una ensalada, sin ciomplicaciones. Buen producto y cantidad justa.
Timbal de morcilla con mermelada de tomate: un simple revuelto de morcilla con una gran presentación y delicioso sabor, el huevo en su punto de cuajado: ni muy pasado ni muy crudo.
Menestra de verduras: Una plato tan simple como este puede ser un autentico fiasco en la mayoría de los restaurantes, en esta ocasión muy bueno.
Segundos: Chipirones encebollados. Buen guiso, muy sabroso y bien presentado, con pan frito y tomate a la plancha.

Canutillos de bacalao ajoarriero: el tradicional plato de bacalo envuelto en unos crepes. Muy ricos, con el bacalao en su punto.
Milhojas de ternera y setas: ternera asada cortada bien finita y dispuesta en capas interpuestas con setas de temporada, todo ello bañado con una deliciosa salsa de carne. Muy buen plato, para mojar pan.

Postres: Tarta de queso de Albarraciín. Simplemente deliciosa.
Puding de bizcocho y almendras con toffee: Un puding clásico. Bueno, aunque suena mejor de lo que sabe. No me gusta: la nata de spray, es insulsa; y que los platos no lleven lo que dicen: la salsa que lo acompaña es caramelo no toffee, el toffee es una salsa de caramelo y nata.

Mousse de dos chocolates con polvo de brownie: Espectacular! sobre todo la mousse de chocolate blanco: muuuuuy suave y cremosa a la vez que consistente. Nunca pensé que diría esto de la comida pero: quizá demasiada cantidad, se hace algo pesado.
Visita 2014 (3 personas):
Esta vez tuvimos la pericia de hacerle foto al menú, aqui lo teneis:
Y comimos:
Aperitivo por cuenta de la casa: crema de calabacín con parmesano. Una gran crema caliente, muy suave, con el toque justo de parmesano para empezar a salivar.
Primeros: alcachofas salteadas en salsa de foie con crujiente de panceta: genial plato; combinación perfecta tanto de texturas como de sabores (la foto no se aprecia muy bien, pero la presentación, en un plato hondo negro, también correcta).
Nidos de espinacas con tomate concassé a las hierbas provenzales: he de confesar que me esperaba un plato de verduras, no de pasta, pero me gustó: buena cocción e intenso sabor a hirbas.
Alubias rojas estofadas con morro y conserva de Aragón: plato ideal para los días de invierno. Un guiso tradicional de gran sabor acompañado, como no, de su piparra. La cantidad era muy poquita eso sí, en este caso se quedaron cortos, el plato no admitía más y la presentación quedaba muy bien, pero le hacian falta 2 dedos más de profundidad al plato.
Segundos:
Codillo de cerdo asado a baja temperatura con miel: muy bueno y, esta vez sí: gran cantidad. de este repetimos (lo eligieron 2 comensales). Pieza muy tierna con el toque justo de miel, no se hacia empalagoso, aunque a mi personalmente lo que más me gustó fue la guarnmición: un genial rissotto con setas y maiz, cremosísimo, y para mi asombro, maridaba a la perfección con el codillo.
Salmón en papillote de champiñones al eneldo. Cocción perfecta del salmón, envuelto completamente en laminas de champiñón que en boca desgrasaban en cierta media el sabor del salmón. Acompañado de patatas fritas y trigueros a la plancha. En comparación con el codillo la ración se veia muy pequeña, justita, con más guarnición que principal.

Postres: aun tenia en el recuerdo la mousse de la visita anterior por lo que esta vez quería una para mi solo! y aunque me presionaron para pedir 3 postres distintos no cedí, además las 5 opciones de postre del menú eran iguales que la ocasión anterior, por lo que poco quedaba por probar.
Mousse de dos chocolates con virutas de brownie: la virutas de brownie son practicamente despreciables, pero se lo perdono por lo bueno que está. eso sí, más bien se trata de un trío de chocolates ya que en la parte de abajo de la copa nos encontramos una especie de natilla de chocolate de sabor intenso, sobre ella, esta vez sí, una mousse de chocolate que recuerda a la trufa, y coronando la genial mousse de chocolate blanco. Esta vez el trabajo de manga pastelera era más cuidado, la presentación se lucía más.

Puding: lo mismo que en la ocasión anterior: un clásico acompañado de nata de spray y salsa de caramelo. Como podeis ver en las fotos, esta vez el caramelo era más claro y sobre laq nata no había almendras como en la ocasión anterior.



Finalizamos con las infusiones y el café (no incluidos en el precio) que sirven acompañados de una pastita casera.

La cuenta: sin trampa ni cartón 15 € por cabeza, quitando las cervezas que nos tomamos en la barra mientras esperábamos.

En definitiva: tienes que probarlo.

Carretera de la Estación s/n. 44450 La Puebla de Valverde (Teruel) Tlfn.: 978 67 04 67
informacion@lafondadelaestacion.com

22 de enero de 2014

Novodabo

Restaurante de referencia en la provincia de Zaragoza.
Rango Precio/pers.: 30-60€

Atención: 9
Servicio: 9
Comida: 9
Cantidad: 8
Precio: 8,5
NOTA: 8,7

     Por fin hemos probado la cocina del Restaurante Novodabo, llevabamos mucho tiempo buscando hueco en la agenda y un día propicio para acudir a este genial negocio, referencia gastronómica en Zaragoza capitaneado por el Chef David Boldova, y desde luego ha merecido la pena la espera.
     El Novodabo se encuentra alejado del centro, escondido en las cercanías del estadio de la Romareda. La ubicación no es muy buena, como suele pasar con muchos restaurantes de este tipo, y los aledaños no acompañan mucho la verdad: edificios antiguos y calles prácticamente desiertas. La entrada tampoco es muy vistosa, si no lo vas buscando quizá pases por delante sin darte cuenta. Al entrar te encuentras en un pequeño hall, con una barra de bar y unos sofás, a la izquierda verás unas escaleras que suben, y al fondo se abre un pasillo dende se encuentran los baños. Y el comedor? pues arriba, pero tranquilo si vas con carro de bebé o sillas de ruedas: hay ascensor. Ya en la planta de arriba encontrarás un amplio salón decorado todo en blanco impoluto, salvo la pared del fondo rojo intenso, con capacidad para unos 30 comensales y bien luminoso ya que toda la fachada que da al exterior es un gran ventanal, y frente por frente otro ventanal que da a la cocina: sí, podrás ver el trajín de la cocina mientras te preparan las viandas (cuando finaliza el turno de comidas lo cierran con unas persianas).
En cuanto entras por la puerta, por supuesto que el trato es excelente, y el servicio es agil y atento.
Y llega la comida: estupenda, cuidada, de calidad y bien presentada. Y, como siempre, quiero volver a reitar que la cocina de autor no tiene por qué ser mini minimalista, se come bien y en abundancia, quitemosle ya el San Benito a estos restaurantes. Y en cuanto al precio: más elevado que en una bocatería, evidentemente, pero la calidad lo merece, nadie da duros a cuatro pesetas, no obstante la relación calidad-precio es casi perfecta; para muestra un botón: disponen de un Menú Express que consta de 4 aperitivos, entrante, carne o pescado, postre y petit fours por solo 29,90€.

Os cuento lo que comimos nosotros: Pedimos un menú degustación para 2 personas, aunque cambiamos algunos platos debido a intolerancias alimenticias (por ejemplo los postres son distintos) a lo cual no nos pusieron ninguna objeción, al contrario, gentilmente el maitre acudió a cocina a consultar los platos que no contenían ese alimento para poder ofrecernoslo. El menú constaba de : aperitivo, entrante, carne, pescado, postres y petit fours por 35€/pers.. Existia un menú más amplio con 3 entrantes y dos postres (unos 50€), pero para nosotros era demasiado.
El aperitivo era un trío de: aceituna con geleé de vermut: normalita, ya visto; mini cupcake de tomate acompañado de aceite del bajo aragón para mojar:era increible el salto cualitativo que daba la magdalena con el aceite; y macaron de trufa y queso: de vicio el sabor intenso a trufa.
 El entrante: Revuelto en copa de setas patatay trufa. Una vuelta al típico revuelto de huevo, patatas y setas servida en copa de martini: una crema suavísima de patata en el fondo de la copa, sobre ella un revuelto de setas y trufa sabrosísimo, y coronando una delicada espuma de huevo, el resultado espectacular, posiblemente de los platos más sabrosos que he probado, lo disfrutamos mucho.
Pescado: Rodaballo a la plancha con salsa de jamon de Teruel. Pescado a la plancha bien de punto con un toque saladito del jamón suavizado por una cremita de espinaca. Bueno.
Carne: cochinillo confitado y deshuesado. Buena cocción y bien crujiente la piel, sabroso y rico, para mi gusto le faltaba una guarnición, la carne sola se me hace pesada.
Postres:  Crema de queso con frutos rojos y guirlache: postre nada original pero realmente delicioso, el mejor que he probado; la crema de queso muy suave y de gran sabor, sin exceso de azucar, y el toque ácido al final que te pedía otra cucharada más.
"Otra piña colada": Delicioso de verdad, y refrescante, ideal para finalizar una buena comida. Era una deconstrucción de la piña colada: piña escarchada, helado de coco, espuma de coco, y migas de barquillo.
Finalizamos con unas infusiones (no incluidas en el precio) y los petit fours: mini cookie de chocolate, trufa blanca, y crujiente de chocolate.

C/ Juan II de Aragón nº 5 Tlfn.: 976 56 78 46
http://www.novodabo.com